Han sido días difíciles en los que las dudas pasaban por mi cabeza, las preguntas se multiplicaban y un mar de dudas inundaban mis pensamientos.
No es normal pues siempre he tenido claro mi papel (nada de vasallo ni sirviente. CURRANTE DE MI HERMANDAD) y viendo que la idea no se me iba de la cabeza, no me quedó más remedio que ir a preguntarles qué me estaba pasando... me daba cuenta que estaba más lejos que nunca pero no podía alejarme sin más.
Era un encuentro muy especial, de esos que sabes que son importantes ya que eran ellos los únicos que me iban a dar la respuesta. Me planté en la puerta de nuestra parroquia, pasé, les miré a la cara y después de hablar con ellos, todos esos pensamientos que habían pasado por mi cabeza estos días se fueron diluyendo...
Son tantos años disfrutando de ellos que muchas veces me pregunto ¿cuándo les veré desde la barrera? y la respuesta cuando les miro es clara.
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